#1 | Liverpool 2 - Universidad Católica 1
Liverpool perdía 1-0 con Universidad Católica (gol de Tévez) pero los ecuatorianos se relajaron y el local lo dio vuelta. Primero lo empató con un tremendo golazo de Agustín Dávila de tiro libre, y después se llevó la victoria gracias a un error de Gustavo Cortez que Martín Correa aprovechó a la perfección con un zurdazo cruzado desde la puerta del área.
El local comenzó con mucho ímpetu y salió decidido a atropellar a Universidad Católica, que sufrió en los primeros minutos. Sin embargo, esa intensidad les duró alrededor de cinco minutos a los charrúas: pronto la Chatoleí emparejó el trámite e incluso comenzó a dominar la posesión de balón.
A los 20 minutos ya los dos habían avisado. Primero, Christian Almeida casi convierte el primer gol del certamen en propia puerta en una jugada insólita: el defensor uruguayo no se entendió con su arquero, Carlos Lentinelly, y cabeceó hacia atrás ante la salida de su compañero. Parecía que la pelota entraba pero milagrosamente pegó en el palo y Juan Manuel Tévez, que estaba al acecho para empujarla, no calculó bien el rebote del balón, que pasó por delante de sus narices hasta ser rechazada por el propio Almeida. Casi al instante llegó la respuesta del local: Hernán Figueredo probó de zurda desde afuera del área y el remate se fue por encima del travesaño.
Rondando los 30 minutos llegó el primer gol de la Libertadores 2021: Gustavo Cortez, que había ingresado a los 13' por la lesión de Jonnathan Mina, recibió un pase de Walter Chalá adentro del área y envió la pelota hacia el punto del penal para la aparición de Lisandro Alzugaray, que contrólo bien y remató cruzado. El arquero Lentinelly reaccionó con una gran atajada pero el rebote le cayó servido a Tévez, que esta vez tuvo revancha y la empujó ante un arco indefenso.
Liverpool reaccionó ante la adversidad y tuvo algunas situaciones sobre el final del primer tiempo. A los 37' un zurdazo de Agustín Dávila desde lejos buscó sin éxito el primer palo, y a los 43' tuvo dos aproximaciones más en las que el arquero Hernán Galíndez prácticamente no fue exigido y pudo salvar a su equipo sin complicaciones.
Durante el segundo tiempo alternaron dominio: salió mejor la Católica, que a los dos minutos desperdició un mano a mano de Walter Chalá (tras un pase de Alzugaray). En los minutos siguientes fueron los Negriazules los que comenzaron a ser protagonistas, obligados por el resultado. A los 15' su goleador, Juan Ignacio Ramírez, definió por arriba un mano a mano tras la asistencia de Camilo Cándido (una de las figuras).
De tanto insistir, Liverpool encontró el empate a los 23' desde la pelota parada. Agustín Ocampo recibió una falta en tres cuartos de cancha, en el carril central, y Dávila ejecutó a la perfección: pateó por encima de la barrera y la pelota bajó para clavarse en el ángulo superior izquierdo de Galíndez, que voló en vano.
Recién faltando cuatro minutos volvió a haber una jugada de peligro: llovió un centro desde la izquierda de Gonzalo Bueno y Ramírez controló a la perfección para luego sacar un derechazo de mediavuelta. El remate cruzado fue muy bueno, pero la respuesta del arquero visitante fue mejor y la pelota se fue al córner.
Cuando parecía que terminaba en empate, Universidad Católica pagó caro el hecho de relajarse y poner la cabeza en el partido de vuelta antes de tiempo. Gustavo Cortez jugó la pelota al medio en una salida de Católica y se la regaló a Martín Correa, que había ingresado siete minutos antes. El mediocampista acomodó la pelota y sacó un zurdazo bajo, esquinado, que se metió al lado del palo izquierdo de Galíndez.
El local comenzó con mucho ímpetu y salió decidido a atropellar a Universidad Católica, que sufrió en los primeros minutos. Sin embargo, esa intensidad les duró alrededor de cinco minutos a los charrúas: pronto la Chatoleí emparejó el trámite e incluso comenzó a dominar la posesión de balón.
A los 20 minutos ya los dos habían avisado. Primero, Christian Almeida casi convierte el primer gol del certamen en propia puerta en una jugada insólita: el defensor uruguayo no se entendió con su arquero, Carlos Lentinelly, y cabeceó hacia atrás ante la salida de su compañero. Parecía que la pelota entraba pero milagrosamente pegó en el palo y Juan Manuel Tévez, que estaba al acecho para empujarla, no calculó bien el rebote del balón, que pasó por delante de sus narices hasta ser rechazada por el propio Almeida. Casi al instante llegó la respuesta del local: Hernán Figueredo probó de zurda desde afuera del área y el remate se fue por encima del travesaño.
Rondando los 30 minutos llegó el primer gol de la Libertadores 2021: Gustavo Cortez, que había ingresado a los 13' por la lesión de Jonnathan Mina, recibió un pase de Walter Chalá adentro del área y envió la pelota hacia el punto del penal para la aparición de Lisandro Alzugaray, que contrólo bien y remató cruzado. El arquero Lentinelly reaccionó con una gran atajada pero el rebote le cayó servido a Tévez, que esta vez tuvo revancha y la empujó ante un arco indefenso.
Liverpool reaccionó ante la adversidad y tuvo algunas situaciones sobre el final del primer tiempo. A los 37' un zurdazo de Agustín Dávila desde lejos buscó sin éxito el primer palo, y a los 43' tuvo dos aproximaciones más en las que el arquero Hernán Galíndez prácticamente no fue exigido y pudo salvar a su equipo sin complicaciones.
Durante el segundo tiempo alternaron dominio: salió mejor la Católica, que a los dos minutos desperdició un mano a mano de Walter Chalá (tras un pase de Alzugaray). En los minutos siguientes fueron los Negriazules los que comenzaron a ser protagonistas, obligados por el resultado. A los 15' su goleador, Juan Ignacio Ramírez, definió por arriba un mano a mano tras la asistencia de Camilo Cándido (una de las figuras).
De tanto insistir, Liverpool encontró el empate a los 23' desde la pelota parada. Agustín Ocampo recibió una falta en tres cuartos de cancha, en el carril central, y Dávila ejecutó a la perfección: pateó por encima de la barrera y la pelota bajó para clavarse en el ángulo superior izquierdo de Galíndez, que voló en vano.
Recién faltando cuatro minutos volvió a haber una jugada de peligro: llovió un centro desde la izquierda de Gonzalo Bueno y Ramírez controló a la perfección para luego sacar un derechazo de mediavuelta. El remate cruzado fue muy bueno, pero la respuesta del arquero visitante fue mejor y la pelota se fue al córner.
Cuando parecía que terminaba en empate, Universidad Católica pagó caro el hecho de relajarse y poner la cabeza en el partido de vuelta antes de tiempo. Gustavo Cortez jugó la pelota al medio en una salida de Católica y se la regaló a Martín Correa, que había ingresado siete minutos antes. El mediocampista acomodó la pelota y sacó un zurdazo bajo, esquinado, que se metió al lado del palo izquierdo de Galíndez.
El 2-1 final deja la serie abierta para la definición del próximo martes en el Estadio Olímpico Atahualpa de Quito, pero lo cierto es que los uruguayos contarán con el plus anímico de haber revertido el marcador en casa. Seguramente, Libertad estará atento a dicho duelo porque quien gane será su rival en la segunda fase.
Por Santiago Demartino
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