El día que el fútbol ocultó una tragedia nacional
Era 6 de noviembre de 1985 y se jugaba
la fecha número dos del octagonal final en el fútbol colombiano. El estadio
Nemesio Camacho El Campín de Bogotá D.C recibiría a Millonarios y Unión
Magdalena y, aunque nadie lo creería, aquel día cambiaría para siempre a este país.
Hoy hablaremos del partido de fútbol que ocultó una de las mayores tragedias
para Colombia: la toma del Palacio de Justicia.
Por aquellos
tiempos, en Colombia existían tan solo dos canales de televisión que
se encargaban de la transmisión de este medio a nivel nacional, por tal razón los
juegos de futbol no eran una prioridad de interés televisivo. Estas
decisiones las tomaba el mismo Gobierno Nacional, pero aquel día el Gobierno de
Belisario Betancourt decidió declarar como hecho de interés nacional aquel
partido entre Millonarios y Unión Magdalena. Más tarde que temprano todo saldría
a la luz.
A diez kilómetros de donde se disputaba este partido, el grupo armado M-19 llevaba acabo la misión denomina "Operación Antonio Nariño”, que se basaba en la toma del lugar donde se ubica la Corte Suprema de Justicia, siendo este el Palacio de Justicia. Fue esta la razón por la que se suspendió toda difusión y medio de información de aquella noticia y se centró atención en aquel partido.
Al iniciar el juego había en las
tribunas un poco más de 8.000 personas, sin embargo, al finalizar habían menos
de 3.000 espectadores. El sonido de los proyectiles, cañonazos, sirenas de
ambulancia y fuerza pública hacían eco en El Campín, la ciudad era un
cementerio frío y desolado. En la cancha todo era nerviosismo y confusión,
entre los mismos jugadores interactuaban para informarse más de lo que estaba
ocurriendo, todo era un escenario apocalíptico.
Esto concluyó con que el M-19 logró su cometido, sin embargo a toda costa el ejército
nacional logró controlar la situación. A pesar de esto, aquella noche dejó un
saldo de 63 muertos y pérdidas materiales millonarias. El partido finalizó con
la victoria de Millonarios por un marcador de 2 a 0 y este hecho siempre será recordado
como el día en el que el fútbol colombiano ocultó el holocausto.
Redacción: Juan Camilo Nuñez
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